Perfume para el cabello

Hace ya tiempo que empecé a utilizar productos más naturales en mi pelo, sin agregados químicos ni siliconas. Al principio mi pelo se veía más tosco y sin brillo, aunque las puntas estaban más cerradas y fuertes.

Los champús y mascarillas más comerciales llevan muchos aditivos sobretodo siliconas. Esta silicona se adhiere al pelo y al ser un plástico hace que tu pelo brille más pero a la vez lo ahoga y hace que tengas que lavarlo más a menudo.

Cuando te pasas al lado natural, al principio tu pelo se engrasa con nada, no lo ves tan estilizado como antes y te replanteas volver a lo de artificial.

Una vez pasan los días, tu pelo se nota más fuerte, bonito y sano. Todo esto es perfecto aunque es aquí cuando aparece el gran PERO. Al día siguiente de lavarlo, no huele a nada. Los champús y mascarillas comerciales tienen muchos perfumes agregados y hacen que el olor dure más pero los productos naturales huelen a corto plazo.

Algunas personas utilizan su perfume habitual para el cabello, esto no debe hacerse porque llevan una gran concentración de alcoholes que pueden deshidratar y dañar el cabello.

Me dispuse entonces a encontrar un perfume para el cabello que lo cuidara, lo perfumara y que no tuviera apenas agregados químicos, vamos parecía casi imposible. Además, los perfumes para el cabello son productos demasiados específicos y difíciles de encontrar de por sí.

Pues lo encontré. El error fue empezar a buscar en perfumes, cuando en realidad si quería que cuidara mi pelo tenía que haber empezado por buscar en la zona de tratamientos. La joyita es de Kérastase, una marca que la verdad, ni me va ni me viene, pero que en esta ocasión le doy mis dieces.

Se trata del Aceite capilar Chronologiste Parfum, es un producto diseñado por el perfumista Alberto Morillas, que además de oler que te mueres, hidrata y cuida el pelo porque es un aceite destinado como tratamiento capilar. El brillo que deja y el olor es adictivo, no es barato pero cuando lo tienes lo usas constantemente y te da igual gastarlo porque la sensación es impresionante.

Por supuesto, no es un producto necesario, pero si eres como yo y te gusta ir por la calle andando y que te llegue tu propio olor al caminar, abrazar a alguien y que te diga: ¡Dios mío que bien hueles! o que tu novio/a se quede atontado al olerlo, no dudes compañera.